El juez John Bates, de Washington DC, calificó el martes de “ilegal” la decisión de poner fin al DACA, el programa que protege de la deportación a casi 700.000 jóvenes llegados cuando niños a Estados Unidos con sus padres, conocidos como “Dreamers” y que son en su inmensa mayoría latinos.
El juez asegura que la decisión de la administración Trump fue “arbitraria” y “caprichosa”, y ordena al gobierno continuar con el DACA y, por primera vez, reabrirlo a nuevos aplicantes.
Bates es el tercer juez que falla contra la decisión de Trump de poner fin a este programa implementado por su antecesor Barack Obama en 2012, que sacó de las sombras a cientos de miles de jóvenes indocumentados. Otros dos fallos similares fueron adoptados por jueces federales de California y Nueva York.
Si no fuese por los fallos de San Francisco y Nueva York, un promedio de 122 jóvenes con DACA quedarían cada día sin papeles, amenazados de deportación, según ONGs de defensa de los inmigrantes.
Decisión da 90 días a Trump para explicar cancelación
La decisión del juez John Bates otorga al gobierno un plazo de 90 días para explicar mejor por qué estima que el DACA es ilegal, y si no lo hace, anulará el memo que puso fin al programa el 5 de septiembre de 2017 y ordenará aceptar a miles de nuevos aplicantes que se encuentran elegibles para el programa DACA.
Su fallo responde así a la demanda presentada por un estudiante, la Universidad de Princeton, Microsoft y la NAACP, la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color.